Caso paranormal de tintes religiosos, así es la leyenda del Padre Rejas, al que se atribuyeron numerosos prodigios y curaciones.
Casos que han sido documentados extensamente en ‘Cuarto Milenio’, que ha contado con historiadores, documentalistas, y cronistas.
Todos narran además como esta ‘Mano de Dios’ esquivó los peligros una y otra vez hasta su misteriosa muerte y cuya tumba fue profanada.
UN HOMBRE ‘TOCADO POR LA LUZ’ DIVINA PARA EL QUE SE PIDIÓ BEATIFICACIÓN.
Todo ésto es lo que dice el programa de «Cuarto milenio», sobre una figura Jienense muy desconocida pero con mucha historia detrás, una figura que vas a conocer ahora mismo.
Nació en Huelma en 1807, y falleció en 1867 en Jamilena, municipio en el que vivió desde 1841.
El halo de misterio siguió después de su muerte. La tarde del 14 de septiembre de 1867, él anunció su muerte.
Muerte que coincidió con el día en que Jamilena festejaba las fiestas mayores en honor al lienzo de Ntro. Padre Jesús Nazareno, patrón de Jamilena.
Dada su fama, la Iglesia católica emprendió un proceso de beatificación en 1919, que finalmente no llegó a buen puerto. Su cadáver fue profanado durante la Guerra Civil.
Hoy algunos de sus paisanos poseen como reliquias huesos atribuidos al religioso.
Grandes conocedores de esta figura aseguran en declaraciones a Lacontradejaén su fascinación y el porqué de esta misteriosa persona.
– Manuel Jesús Segado, historiador de arte afincado en Arjonilla, estudia la figura del Padre Rejas desde 2013. “Es un personaje extraordinario del que nos tenemos que sentir orgullosos. No sé por qué es tan desconocido, y eso que está al nivel de otros, como el Padre Pío”, Segado considera, como otros investigadores, que la vida del Padre Rejas es digna de una novela o de una película.
– José Carlos Gutiérrez, cronista oficial de Jamilena, habla de las capacidades que tenía el predicador. Por ejemplo, el don de estar en dos sitios al mismo tiempo.
La provincia de Jaén ESTÁ plagada de figuras e historias como ésta que estamos muy seguros desconocen la mayoría de los jienenses… ¡hasta ahora!