Hoy os traigo una noticia que me ha dejado con la boca tan abierta que casi se me cae el trozo de hojaldre que estaba degustando.
Resulta que nuestro patrimonio prehistórico ha sido víctima de un ataque… ¿del siglo XXI?
El SEPRONA de la Guardia Civil ha tenido que ponerse manos a la obra para investigar a un presunto «influencer rupestre» de 39 años, vecino de Los Villares, que aparentemente pensó que era una buena idea verter agua sobre pinturas rupestres milenarias para que se vieran «más chulas» en sus fotos de Facebook.
Sí, habéis leído bien.
Facebook. Ni siquiera era para Instagram, que al menos tiene filtros decentes.
Veamos qué dicen los titulares:
- «La Guardia Civil investiga a un hombre que destrozó unas pinturas rupestres en Jaén para una foto en Facebook» .
- «Investigan a hombre en España por lanzar agua sobre antiguas pinturas rupestres para foto en redes» .
- «Investigado un hombre por echar agua a unas pinturas rupestres de 6.000 años: quería sacarles mejores fotos para Facebook» .
Según informa El Debate, el hombre arrojó agua sobre las pinturas rupestres ubicadas en los abrigos del Alto Guadalquivir, en la Sierra Sur de Jaén.
Estas pinturas, que datan de hace 6.000 años, son consideradas Bien de Interés Cultural.
El agua, al disolver las sales de la roca caliza, puede causar daños irreparables, formando una costra blanquecina que oculta o destruye las pinturas al afectar los pigmentos.
El Seprona de la Guardia Civil detectó el daño tras encontrar las fotos en Facebook, lo que llevó a la identificación del responsable.
Además, se sospecha que el hombre podría estar involucrado en daños similares en otros yacimientos arqueológicos de la zona
Lo que probablemente no esperaba era que su búsqueda de fama digital iba a atraer la atención de las autoridades.
Ahora, permitidme ponerme el sombrero de jiennense amante del patrimonio y ligeramente cabreado:
¿En qué momento hemos perdido el norte como sociedad?
Tenemos un patrimonio prehistórico que es la envidia de medio mundo, ¿y lo tratamos como si fuera el fondo de un photocall cutre?
Me pregunto si este individuo se habría atrevido a echarle agua a la Gioconda para que sonriera más en la foto.
O quizás pensaba que las pinturas rupestres necesitaban un «Ice Bucket Challenge» milenario.
Y no nos olvidemos de la plataforma elegida. ¿Facebook? ¿En serio?
Si vas a cometer un delito contra el patrimonio, al menos hazlo en una red social que esté de moda. Esto es como robar un banco con una pistola de agua.
Pero vosotros, queridos lectores, tampoco os libráis.
¿Cuántos habéis visto fotos sospechosamente «mejoradas» de nuestro patrimonio y le habéis dado like sin pensarlo dos veces?
Somos cómplices de esta cultura del «todo vale por un like».
Propongo una acción:
Porque, amigos, si no podemos confiar en que la gente respete unas pinturas que han sobrevivido miles de años, ¿qué nos queda?
A este paso, vamos a tener que poner un cartel que diga: «Por favor, no dar de beber a las pinturas rupestres».
Exijamos educación sobre nuestro patrimonio, concienciación sobre su valor y, por el amor de todo lo sagrado, un poco de sentido común.
Porque nuestras pinturas rupestres no son un lienzo en blanco para tus experimentos de fotografía amateur. Son nuestro legado, nuestra historia, y merecen más respeto que tu último selfie.
Hasta la próxima, jiennenses. Y recordad: las únicas gotas que deberían tocar nuestras pinturas rupestres son las de sudor de los arqueólogos que las estudian.